¿Por qué tengo blog?
"Todo el mundo tiene blog y yo también tengo", fue mi respuesta hace poco más de dos años, un poco jugando y un poco en serio. Fue como una moda que empezó y realmente todos mis amigos tenían blog... aunque ahora son pocos los que quedan (si ven mi lista de links a la derecha, son más los blogs que "visito" que los de mis "amigos").
Cuando abrí el blog tenía claro el por qué, pero no el para qué. Y siempre, más que el por qué (que es el motivo o la justificación de algo), vale la pena preguntarse para qué, es decir, qué quiero lograr con ese algo. ¿Para qué tengo mi blog desde hace más de dos años, actualizando mínimo una vez al mes (son 224 entradas en 740 días)? ¿Para qué millones de personas tienen sus espacios personales desde hace mucho más tiempo que yo y actualizan con mayor regularidad que yo?
Para mí mi blog es...
- Mi espacio de expresión: escribo lo que pienso, doy mi punto de vista, descargo mis emociones PARA desahogarme, generar un debate entretenido o simplemente entretenerme.
- Mi espacio de encuentro: mis palabras tienen múltiples receptores y hay algunos que manifiestan su sentir frente a lo que escribo PARA: contar sus experiencias, darse a conocer, echar la foca o desahogarse.
- Mi espejo: soy capaz de autoanalizarme gracias a mis escritos, verme desde fuera cuando ha pasado el tiempo, es un reflejo de lo que soy PARA: crecer, aprender, enseñar.
- Mi escenario: acá me muestro, actúo, pongo mis fotos, hay un poco de exhibicionismo (como escribió
Piolilla hace bastante tiempo, uno en los blogs es un poco vedette) PARA saber cómo me ve el resto, si lo que muestro es lo que soy o para subir un poco mi ego.
Así como hay mucho de exhibicionismo en esto de los blogs, también hay harto de voyerismo. ¿De qué sirve mostrarse si no hay nadie que quiere ver? Debo reconocer que son muchos los blogs que visito periódicamente (cada vez que actualizan y
Google Reader me avisa), pero nunca he escrito un comentario. Y reconocer esto es reconocerme voyerista. Y muchos blogs están hechos para personas a las que les (nos) gusta mirar (el mío no, gracias, me encantan los comentarios), porque son tan íntimos y personales que uno se siente como pidiendo disculpas por estar leyendo... pero claro, si el acceso es libre, por algo es. Y así como se leen escritos, se pueden ver videos, fotos, imágenes de cosas tan íntimas como un cumpleaños o una cena romántica (algo en lo que yo también caigo).
Eso me pasa un poco con
Facebook... es exhibicionismo y voyerismo en su pura expresión (nadie ha podido explicarme
para qué existe!!). Ahora todo el mundo tiene Facebook, muchos de ellos también tienen blog, y he visto cómo decaen los comentarios y los posteos desde que Facebook empezó su boom. Hace tiempo escribí que una de las alegrías más básicas en mi vida diaria es ver que alguno de mis blogs favoritos actualizó o cuando aparecen nuevos comentarios en el mío (casi ni me fijo en el contador de visitas), y ahora último ando más decaída.
A ti, que llegaste hasta este párrafo, te digo (citando al
gurú):
Keep bloggin'! Sin nunca dejar de lado para qué hacemos las cosas, la finalidad última de nuestras acciones es lo que nos va a ayudar a reconocer mejor la cosecha.
Buenas noches, buena suerte.