domingo, noviembre 26, 2006

I'm the half of the woman I used to be

Es domingo al anochecer. En los parlantes suena la voz de John que dice varias veces “I’m crying”. Yo no estoy llorando, aunque quizás debería. Quizás si lloro puedo lograr sacar de adentro todo lo que siento y no puedo describir, todo lo que pienso y no soy capaz de resolver, como dice una canción de Miranda “Esta noche te lloraré tanto que te irás de mí”. Como si fuera tan simple. Lennon es una morsa. Yo sólo soy una mujer de veinticinco años, casi veintiséis, que no sabe qué quiere en su vida.
En un mes cumplo dos años de trabajo, buenos años, buena experiencia. En dos meses cumplo años y aún tengo metas por cumplir. Hubo algunas que definitivamente no las realicé, otras que todavía puedo hacer o por lo menos remediar. Aún me queda tiempo. Lo que más tengo es tiempo, sólo tengo que atreverme. Vuelvo de nuevo (aunque sea redundante) a mis veinticinco. Son sólo veinticinco. Soy joven, no tengo hijos que me amarren, sólo un trabajo que no quiero que se transforme en mi vida. Me gustan otras cosas, quiero hacer otras cosas, quiero tener planes apasionantes, experiencias iluminadoras, ser dueña de mi vida.
No quiero ser siempre la que se queda, la que espera, la que se alegra de triunfos ajenos, de alegrías ajenas. Quiero saber qué se siente que te esperen, qué significa lograr algo por ti, algo difícil. Quiero atreverme. No me basta con sentir que en mi trabajo me valoran, cumplir con el cierre, dar buenos temas... Sé lo que valgo, pero no he hecho nada que lo demuestre. Hacer, no ser. El ser, no parecer, ya lo he logrado.
Es domingo en la noche del penúltimo mes del año y estoy cansada. Cansada de ser yo la que siempre valore mis triunfos, estar pendiente siempre de lo que necesito y ser la que lo dice. No sé si tenga una capacidad especial o qué, pero ya me cansé de estar pendiente de qué necesita el resto, qué quiere el resto, al mismo tiempo de informarle a los demás qué quiero y necesito yo.
Sé que no saco nada con enojarme. No me gusta enojarme, pero el enojo, la rabia, es un buen disfraz para la pena. Prefiero estar enojada que triste. Es más cool, más duro. Uno puede pedir perdón por tener una rabieta, pero no sirve arrepentirse de una lágrima.
El perdón no corre para la pena.

viernes, noviembre 24, 2006

Nadie es perfecto

Yo sé que no soy perfecta, tengo mis luces y mis sombras.
Entre mis virtudes está que soy tranquila, sé escuchar, trato de ser juiciosa y de buen humor. Entre mis defectos está que soy picota, algo celosa y un poco posesiva.
Esta canción habla un poco de eso.
Los dejo con Billy Joel y "She's always a woman to me".

She can kill with a smile (puede matar con una sonrisa)
She can wound with her eyes (puede herir con su mirada)
She can ruin your faith with her casual lies (puede arruinar tu fe con sus mentiras casuales)
And she only reveals what she wants you to see (y sólo revela lo que ella quiere que veas)
She hides like a child (se esconde como un niño)
But she's always a woman to me (pero siempre es una mujer para mí)

She can lead you to love (te puede llevar al amor)
She can take you or leave you (puede tomarte o dejarte)
She can ask for the truth (puede preguntar por la verdad)
But she'll never believe you (pero nunca te creerá)
And she'll take what you give her, as long as i'ts free (tomará lo que le des, siempre y cuando sea gratis)
She steals like a thief (roba como un ladrón)
But she's always a woman to me (perosiempre es una mujer para mí)

Chorus (coro)
Oh-she takes care of herself (oh, ella se cuida a sí misma)
She can wait if she wants (puede esperar si quiere)
She's ahead of her time (está en ventaja en su tiempo)
Oh-and she never gives out (oh, y ella nunca falla)
And she never gives in (y nunca se da por vencida)
She just changes her mind (ella sólo cambia de parecer)

And she'll promise you more (y ella te prometerá más)
Than the garden of Eden (que el jardín del Edén)
Then she'll carelessly cut you (entonces ella te cortará sin piedad)
And laugh while you're bleedin' (y reirá mientras sangras)
But she'll bring out the best (pero ella saca lo bueno)
And the worst you can be (y lo malo que puedes ser)
Blame it all on yourself (la culpa siempre es tuya)
Cause she's always a woman to me (porque ella siempre es una mujer para mí)

Chorus (coro)

She is frequently kind (ella es con frecuencia tierna)
And she's suddenly cruel (y de repente es cruel)
She can do as she pleases (puede hacerlo como le plazca)
She's nobody's fool (es astuta)
But she can't be convicted (pero no puede ser condenada)
She's earned her degree (se ganó su grado)
And the most she will do (y lo máximo que hará)
Is throw shadows at you (es lanzar sombras hacia ti)
But she's always a woman to me (pero ella siempre es una mujer para mí).
PD: Traducción libre.

miércoles, noviembre 22, 2006

Y bien...

Tal como lo escribió la Berni hace un rato, noviembre es el mes de los matrimonios. No creo necesario lanzar consignas o posturas absolutas respecto a tan importante decisión porque simplemente no corresponde: cada uno sabe lo que hace, cómo lo hace y por qué.
Sólo quiero compartir que ayer se casó mi hermana por el civil y fue todo muy lindo. En febrero es la ceremonia religiosa, y sé que va a estar hermosa, pero el que ya sea "señora" en la "legal" me llena de orgullo.
Uno siempre trata de sentirse reflejado en las etapas de los otros. Ése no es mi caso ahora. Ahora la del matrimonio es mi hermana. Igual como cuando aprendió a leer, cuando hizo la primera comunión, salió del colegio, dio la PAA y salió de la U. Ella primero, yo detrás.
Son cosas de la vida.
Felicitaciones (y también a Peter Rock que se casó media hora antes).

jueves, noviembre 16, 2006

Paren el año que me quiero bajar

Estoy cansada. Y estresada... cualquier siquiatra daría ese diagnóstico.
Menos mal quedan pocos días de este mes, menos mal quedan pocos días de este año.
Cambio y fuera.

viernes, noviembre 10, 2006

Una noche en ER

Miércoles, 12 hrs: Un fulminante dolor de estómago me hace sudar frío mientras escucho a Francisco Martorell despotricar contra el sistema neoliberal y el oligopolio de medios de comunicación en Chile. "Malditos nescafé cortados (2) que me tomé al hilo", refunfuño.
14 hrs: Sólo un agüita de manzanilla puedo consumir a la hora de almuerzo. Reparto bebida, pan, plato de fondo. Siento desde el esófago hasta el intestino palpitando dentro de mi abdomen. "Con el tecito se pasará", anhelo.
18 hrs: El dolor no se pasa, hace frío. Todos en polera, yo con chaqueta. Otra agüita, ahora de "Ocho hierbas". Tres páginas por cerrar. Dos notas por reportear. "Vamos que se puede", suena en mis oídos como un martillazo.
22 hrs: Y se pudo. Un llamado que no esperaba me alegra. Salgo apenas, sigue el dolor, ahora más abajo. Siento una pierna extraña, me asusto. "Mejor voy al hospital", decido.
23 hrs: Una hora y media por esperar. Una señora está acostada con una frazada en la sala de espera. Un hombre pregunta cuánto falta, que su esposa no da más del dolor. Llega un futbolista en silla de ruedas, sale enyesado, entra un niño con deshidratación. Mientras, duele y duele el estómago. Duele y el bolsillo, duele.
00.15 horas: Me llaman. Tengo que ponerme una bata y acostarme en la camilla. Entra el residente, me pregunta cosas y me toca la guata. Sale y llama al doctor de turno. Mientras le cuenta una anécdota a su alumno, el galeno me toca el abdomen. Luego, hace una analogía con el espectro político del país: "A ver, si tu ombligo es el centro, ¿te duele en la derecha o en la izquierda?". "La izquierda, doctor". "Claro, si la derecha nunca molesta, pero cuando lo hace hay que preocuparse". "A ver, ¿te duele la DC (al centro-izquierda), el PPD (zona del apéndice) o el PS (más a la izquerda)?". "Por el PPD, doctor". "Mmmmh.... cómo molesta el PPD, yo creo que tienen que eliminarlo". Y así... buenas analogías, pienso.
01.30 hrs: Con mi PPD intacto, aunque en vilo (así como en la política nacional), estoy con mi brazo izquierdo extendido y con una vanda conectada a un analgésico. Duele. Dolió el pinchazo, pero el estómago está más tranquilo. Me quiero ir, sáquenme esta cuestión. Los ojos se me cierran, tengo sueño. Me siento mejor. Me voy. Y al día siguiente, de vuelta al trabajo. "No me dieron licencia", explico.

[Versión libre de mi ida al hospital de la Católica por un fulminante dolor de estómago. No os preocupéis: sólo era tensional... ¿sólo?]

domingo, noviembre 05, 2006

Quién quiere ser millonario

Hoy domingo se hace el concurso más millonario de la historia: El Loto reparte 3 mil 300 millones. Se ha desatado una verdadera "fiebre" (como tanto les gusta decir a mis colegas en la TV) y, obviamente, yo también me contagié (aunque en mi caso se manifestó con congestión y dolor muscular, más cercano a una gripe que a un deseo millonario).
En la tele dijeron que para el sorteo pasado (donde se repartían 4 mil millones entre el Loto y la Revancha) uno de cada tres chilenos jugó sus numeritos. Y también dijeron que para este sorteo se esperaba un nivel de apuestas similar. ¡¿Uno de cada tres chilenos?! A ver: en Chile somos alrededor de 15 millones de personas. 15/3 = 5 millones. A $800 promedio la apuesta (Loto: $700 / Revancha: $900), tenemos 4 mil millones sólo en apuestas de este sorteo. Y al que gane, ¿sólo le darán 2 mil y fracción? My ass...
Anyway, ¿a quién no le haría feliz 2 mil millones de pesos? Es increíble cómo vuela la imaginación con sólo comprar un boletito de estos juegos de azar (cuando el sorteo vale la pena, claro está). Viajes, autos, ayudas varias, estudios, trabajo placentero... ufff... son tantas cosas... Y la requetecontra ínfima posibilidad de sacárselo no basta para poner los pies en la tierra.
El dinero no hace la felicidad, en eso estamos claros... Tampoco la compra. Pero, una ayudita no le hace mal a nadie, ¿cierto?
Soñar no cuesta nada...
¿No dolerá la cabeza al caer sobre tanto oro, digo yo?

miércoles, noviembre 01, 2006

La no-objetividad (¿nadie lee o nadie comenta?)

Andrés está solo en la casa, no fue a trabajar. Se pasea sin polera por las piezas, con un gatito de días en una mano y una bolsa plástica en la otra. Sonríe medio adormecido, tiene la lengua traposa y los ojos apagados. Andrés tiene alrededor de 15 años y vive en la calle. Los "tíos" que lo fueron a ver le preguntan cómo está. "Bien, po", dice, y le da una aspirada a la bolsa llena de un líquido verde. Alguien le dice que le falta combustible a la camioneta. Andrés le responde "Ahí ta' el bidón, saque no más", sin despegarse de la bolsa. Sólo lo hace cuando otro tío le ofrece una piteada de su cigarrillo. Andrés sabe que si junta el fuego con la bencina puede incendiar su vivienda. "Mire tía, cómo el Pelón dejó el sillón", me dice mientras me muestra un sofá calcinado. Le pregunto qué nombre tiene su gato. "No tiene nombre, ¿no ve que es muy chiquitito?", me recrimina.

Los educadores de la fundación Don Bosco (los "tíos") le preguntan a Andrés por qué dejó de ir al albergue que tienen para que niños como él empiecen a dejar la calle. "Porque van los de la Bulnes", responde. "La Bulnes" es otra caleta y el encargado de la fundación me explica que se llevan mal. Es hora de partir. Nos subimos a la camioneta y dejamos a Andrés en su casa con un educador. Están organizando la visita que tendrán el día siguiente.

Si Andrés quisiera, podría tener una casa, comida, educación. Y los educadores de Don Bosco son los encargados de hacer que eso suceda sin castigarlo, sin asustarlo, sin presionarlo.
César llegó hace dos semanas a la casa Nuevo Amanecer. Y se le nota en la carita. Claudio y David, en cambio, ya llevan meses. Y también se les nota en la carita. Bryan me muestra su nuevo corte de pelo y Claudio hace sus trucos de magia. Todos me dan la bienvenida, menos Stephanie que se sienta amurrada en la sala y no quiere hablar. Nadie la obliga, porque saben que me saludó cuando crucé la reja. Imagino cómo estaría Andrés en esta casa. Imagino cómo se sintió Jonathan al escapar y volver luego de ser apuñalado en la calle. La puerta está abierta. Las piezas sin pestillo. Todos están ahí por su propia voluntad. Los niños no eligen vivir en la calle, pero sí pueden elegir salir de ella.

Cae la noche y tengo que partir. Me invitan a volver, quiero hacerlo. Pero también quiero hacer algo más por ellos. Todos sabemos que hay niños que viven en la calle, niños que saben demasiado. Pero pocos saben lo que se está haciendo por ellos. Llego a mi casa y reviso mis apuntes. Hay algo que puedo hacer. Y lo hago.