sábado, mayo 31, 2008

Tres por uno

He empezado tres post distintos tres días distintos. El primero era sobre la segunda película de Las Crónicas de Narnia (libro del cual soy fanática), el segundo sobre la muerte del general Bernales y el tercero sobre cómo duele crecer (o cuándo te das cuenta de que eres un adulto). Y obviamente no terminé ninguno de los tres.
Por eso acá se viene un 3x1.

1. Las Crónicas de Narnia: El príncipe Caspian
Cuando estrenaron la primera película hace dos años, el Cri me regaló entradas para el día del estreno, y fuimos los segundos en la fila para entrar a la función. Recuerdo que no me decepcionó, aunque la Narnia que tengo en mi cabeza era muy distinta a la que vi en la pantalla. Hace unas semanas, estrenaron la segunda parte, y la vi recién este martes. Y me encantó, pese a que cambiaron el orden presentado en el libro, pese a que se tomaron algunas licencias con los hechos, pese a que el actor que encarna a Caspian tiene el pelo café (en "La travesía del Explorador del Amanecer" nos dicen que el príncipe era un "muchacho de pelo dorado"), y pese a que hubo dos escenas en las que moví mi cabeza de lado a lado pensando "C.S. Lewis debe estar revolcándose en su tumba".

2. La muerte del general director de Carabineros
Siempre me cayó bien el general José Alejandro Bernales, aunque mi preferido siempre fue el general (R) Alberto Cienfuegos (su antecesor). Pero Bernales era la personificación de los valores que tiene Carabineros de Chile: honor, humildad, servicio, rectitud. Y eso es lo que se está homenajeando en estos días después de su trágica muerte: en la figura del general Bernales los chilenos estamos reconociendo lo importante y querida que es la institución.
Y junto con esto, pensaba hacer un recuento de la mala suerte que ha tenido la presidenta Michelle Bachelet en su gobierno. Pero eso ya lo escribió Roberto.

3. Cómo duele crecer
¿Cuándo te das cuenta de que eres un adulto? ¿Cuando cumples más de 25, empiezas a trabajar, tienes un hijo, te compras un departamento, te casas? ¿Cuando dejas de comprar ropa en la sección "Jóvenes", te gusta más el vino que la piscola, prefieres las juntas en casa y no en pubs y en tu clóset hay menos jeans y zapatillas? ¿Despiertas una mañana y dices: "Soy un adulto?
Siento que llegando a los 3o es cuando se tienen estas preguntas y de verdad no sé dónde está la respuesta. Porque, claro, yo he seguido los "patrones": tuve contrato pocos meses después de titularme, tengo trabajo estable (con Isapre y AFP), me fui de mi casa al casarme y sé que el siguiente paso es ser mamá (aunque falta para eso, no estoy "en campaña" todavía). Y veo cómo mis cercanos también siguen ciertos patrones, cada uno en su estilo. ¿Nos estamos volviendo adultos y nadie nos avisó? ¿Por qué duele tanto en algunos casos?

lunes, mayo 19, 2008

¿Novias histéricas?

Hoy, como llegué primera a la oficina, alcancé a sacar la revista Paula y me puse a leerla. Luego de la entrevista a Katherine Salosny (quedé impactada al enterarme de que tiene ¡44 años!) y a Ariel Mateluna (el protagonista de "Machuca"), aparece un testimonial titulado "La antinovia", donde la periodista Leo Marcazzolo cuenta sus vivencias antes de casarse (puedes leerla haciendo click en el link).

¿Qué es ser antinovia -según revista Paula-?
- Tener ganas de hacer pipí mientras te casas.
- Reírte a carcajadas en el momento más solemne.
- Estar extremadamente nerviosa durante los preparativos y tan agobiada que el noviazgo nunca fue "la etapa más feliz de la vida".
- Tener erupciones en la cara (espinillas en este caso) y sufrir por eso.
- Decepcionarse porque los regalos recibidos sólo son "baratijas".
- Bailar ridículamente el vals por más que se ensayó.
- Comerse las uñas hasta que salga sangre porque te llenan la cabeza de anécdotas ajenas.
- Tomar más de la cuenta, decirle a todo el mundo que lo quieres mucho, y colgarte del cuello de más de un invitado.
- Terminar en el Mercado Central vestida de novia.

Uf, parece que también fui antinovia.

Personalmente creo que cada matrimonio tiene sus particularidades y lo mejor de todo es no pensar en que las cosas "tienen" que salir de un modo predeterminado o que hay que caber dentro de un molde. Cuando me casé, me sentía la mujer más feliz del mundo y no me importó que mis invitados hayan tenido que esperar afuera de la iglesia a que terminara la misa que había antes mientras yo estaba sola en el centro de eventos esperando a mi papá, me dio lo mismo que mi labio tuviera un herpe en plena erupción (por más que me lo maquillaron), me morí de la risa con lo ridículo que salió el vals y el ramo que casi llegó a Santiago de tan fuerte que lo tiré (me casé en Malloco), no me bajo de columpio al que me suben por lo jugosa que me puse con mi suegra después de cinco vodka naranja y por el "koala" que hicimos a las 4 am; y me muero de orgullo por haber ido al Mercado Central a las 7 de la mañana.


¿Antinovia? ¡¡No!! Totalmente novia.

domingo, mayo 11, 2008

Sobre madurez y "traumas infantiles"

Hace unos días hablaba con una compañera de trabajo sobre nuestras experiencias en el colegio. Y quedé impresionada de cómo nos marcan vivencias que -mirándolas con el tiempo y la sabiduría que éste nos da a los seres humanos- parecen de lo más inofensivas. Pero marcan.
Hoy en día, a mis 27 años, no se me pasaría por la mente catalogar a una persona como "mala" porque se ríe de mi forma de vestir o porque me hace la ley del hielo o porque me mira por detrás en el "cachipún" para hacerme perder (esto último me pasó cuando chica). Pero quizás, si recuerdan a esa persona que les hizo la vida imposible en el colegio, no tengan buenas palabras hacia ella. Y eso es lo que me llamó la atención. Porque las "maldades" cuando somos chicos son chicas, pero marcan hasta que somos grandes. Qué fuerte.
Sin embargo creo que todo va en cómo nos tomemos (o nos hayamos tomado, mejor dicho) esas travesuras infantiles, cuando son sólo eso (no olvidar que a veces los niños son malos más que traviesos). Yo siempre cuento que cuando estaba en tercero o cuarto básico, había compañeras que me sacaban los zapatos y me metían al basurero. Y lo cuento así, sin nada, porque de verdad no me afectaba. No recuerdo haberme puesto a llorar por eso, o haber acudido a mi mamá para que me defendiera o nada. Y no quedé traumada ni marcada por haber sido víctima de lo que hoy claramente sería calificado como bullying. Ahí está la madurez.
Los dejo con la siguiente pregunta: ¿Tienen resentimientos con personas que fueron malvados con uds. en su infancia? O bien, ¿recuerdan alguna experiencia como la mía con los basureros en el colegio?
Feliz semana.

martes, mayo 06, 2008

Periodistas, porfiados, profesionales

En septiembre del 2006, cuatro periodistas partieron en un viaje a la zona del Cáucaso a hacer un documental. Durante más de tres años, estos cuatro amigos han trabajado duramente por ver su sueño realidad y hoy cumplen una de sus etapas: A las 22 horas, en Canal 13 Cable, estrenan “Adiós Años Rojos”, serie de televisión de cuatro capítulos que mostrará cómo se vive en Armenia, Azerbaiyán y Georgia quince años después de la caída de la URSS.
Ayer fue el lanzamiento en Lastarria 90 y estaba repleto. Porque Pola, Cata, Cristóbal y Nando han sabido contagiar con su locura a amigos, familia, compañeros de trabajo y colegas. El primer capítulo promete, el proyecto promete. Porque han trabajado duro y ese trabajo se ve reflejado en la pantalla.
Los invito a sintonizar hoy, a las 22 horas, la señal 27 (VTR) de Canal 13 Cable y vean por sí mismos la serie de televisión de Proyecto Cáucaso. No se arrepentirán.

Links:
Promoción: Proyecto Cáucaso (www.proyectocaucaso.cl)
Horarios y repeticiones: Canal 13 Cable (www.canal13/cable)
Blog: http://proyectocaucaso.blogspot.com/