domingo, mayo 11, 2008

Sobre madurez y "traumas infantiles"

Hace unos días hablaba con una compañera de trabajo sobre nuestras experiencias en el colegio. Y quedé impresionada de cómo nos marcan vivencias que -mirándolas con el tiempo y la sabiduría que éste nos da a los seres humanos- parecen de lo más inofensivas. Pero marcan.
Hoy en día, a mis 27 años, no se me pasaría por la mente catalogar a una persona como "mala" porque se ríe de mi forma de vestir o porque me hace la ley del hielo o porque me mira por detrás en el "cachipún" para hacerme perder (esto último me pasó cuando chica). Pero quizás, si recuerdan a esa persona que les hizo la vida imposible en el colegio, no tengan buenas palabras hacia ella. Y eso es lo que me llamó la atención. Porque las "maldades" cuando somos chicos son chicas, pero marcan hasta que somos grandes. Qué fuerte.
Sin embargo creo que todo va en cómo nos tomemos (o nos hayamos tomado, mejor dicho) esas travesuras infantiles, cuando son sólo eso (no olvidar que a veces los niños son malos más que traviesos). Yo siempre cuento que cuando estaba en tercero o cuarto básico, había compañeras que me sacaban los zapatos y me metían al basurero. Y lo cuento así, sin nada, porque de verdad no me afectaba. No recuerdo haberme puesto a llorar por eso, o haber acudido a mi mamá para que me defendiera o nada. Y no quedé traumada ni marcada por haber sido víctima de lo que hoy claramente sería calificado como bullying. Ahí está la madurez.
Los dejo con la siguiente pregunta: ¿Tienen resentimientos con personas que fueron malvados con uds. en su infancia? O bien, ¿recuerdan alguna experiencia como la mía con los basureros en el colegio?
Feliz semana.

1 comentario:

  1. Hola Vale... tanto tiempo!! Aunque siempre leo tu blog, no he tenido mucho tiempo para escribir... pero ahora sí me lo daré, porque en este post tocaste algo muy fuerte en mí, que me marcó mucho.

    Cuando estaba en el colegio lo pasé mal, porque siempre fui catalogada de "perna, nerd" o cualquier palabra que se le parezca. Sin embargo, todo ocurrió en tercero básico. Antes de eso, tenía mucha personalidad y tenía varios amigos. Pero en tercero básico me hice amiga de una ñiña y nos convertimos en mejores amigas, hasta que de un día para otro se puso en mi contra y convenció a todo el curso que yo era "mala". Entonces, cada vez que salía al recreo, todo el curso hacía un círculo, me tiraban al centro y me gritaban todas las groserías que se les ocurriesen. Y eso me marcó mucho, ya que adquirí una timidez horrible y empecé a guardarme todas mis penas y trancas. Y bueno, mis compañeritos hombres siempre me pelaban delante mío y me hacían sentir como lo peor de este mundo... estando incluso en 4to medio!! Así que sí... tuve un trauma increíble con mi personalidad, que sólo logré olvidarla (pero no borrarla del todo) estando en la Universidad. Hoy ya no les tengo rencor, sino lata de lo sucedido... aunque si me los encontrara sería peor que Sissy Spacek en "Carrie", jajajajaja... nooo, broma.

    Ya lo pasado, pasado está... y he aprendido a seguir con mi vida... quizás, como bien hablas, es la madurez la que nos hace seguir con nuestras vidas.

    Cariños y cuídate mucho.

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"Puedo no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo" (versión libre de la frase de Voltaire)