domingo, mayo 17, 2009

Mario Benedetti (1920-2009)

Vía Twitter me entero que Mario Benedetti falleció hoy. Y me entró una pena grande, porque Benedetti es, era, mi poeta vivo favorito , tengo todas sus antologías, de cuentos y poesía, me di el trabajo de escribir un documento con sus poemas que más me llegaban, me sé de memoria varios versos y era un viejo lindo.
Minutos después de leer la noticia, abrí ese documento y empecé a leer: Balada del mal genio, Viceversa, Repaso histórico, Ella que pasa, No te salves, Corazón Coraza, Táctica y Estrategia, Intimidad.... Ay, Benedetti, ay.... Cuántos amores interpretados, penas, alegrías. Cuántas rimas murmuradas en silencio, escritas en cuadernos, con dibujos cursis de quinceañera. Benedetti, el de "La tregua", el del Fulano y la Mengana, el del exilio, aquel uruguayo que siempre imaginé tomando mate y fumando un cigarro en la mesa de una fuente de soda. Benedetti, el de las canciones de Ana Belén y frases sueltas y manoseadas en tarjetas tipo Village.
Como homenaje les dejo con "Lovers go home"... y nada de un "Obituario con hurras", que éste no es un "muerto de mierda".

Ahora que empecé el día
volviendo a tu mirada
y me encontraste bien
y te encontré más linda
ahora que por fin
está bastante claro
dónde estás y dónde
estoy
sé por primera vez
que tendré fuerzas
para cosntruir contigo
una amistad tan piola
que del vecino
territorio del amor
ese desesperado
empezarán a mirarnos
con envidia
y acabarán organizando
excursiones
para venir a preguntarnos
cómo hicimos

sábado, mayo 16, 2009

I love

Adoro los fines de semana y dormir hasta tarde, dejar el celular en silencio y juntar las puertas para que no entre la luz. Me encanta mi cama cuando es miércoles en la noche y fueron cambiadas las sábanas y el pijama tiene olor a detergente. Me gusta escuchar esas canciones que traen recuerdos y cantarlas a todo chancho sentada en el comedor de mi casa o en el auto, y si suenan en mis oídos mientras voy en la calle o en la micro o en el metro o en el ascensor, me gusta cantarlas en mi cabeza y a veces muevo los labios como una mala ventrílocua.
Amo ver las fotos de mi sobrino en Facebook y más amo verlo en vivo, con sus ojitos que brillan descubriéndolo todo, con su sonrisa con dos dientes, sus manoteos, cariños y felicidad. Me encantan los desayunos con leche y café y galletas de agua y queso philadelphia y quesillo. Más me gustan esos desayunos de todo incluido, con cereales y huevos revueltos o en omelette, jugos naturales y pan tostado.
Me encantan los días feriados, el horario de verano, caminar una tarde con viento y hojas en el suelo. Me gustan mi chaqueta de cuero verde, mi vestido de novia, Las Crónicas de Narnia y Friends. Adoro la coca light sin hielo, el vino tinto, el arroz con carne. Mi notebook, el iMac de mi oficina, mi Walkman. Me encanta Twitter, Facebook, Gmail. Amo tenerte junto a mí todos los días, bailar, conversar, reírme contigo.
Adoro tener días, meses, años para seguir amando cosas.

jueves, mayo 14, 2009

iTunes

Escucho a "Cristina y los subterráneos" y viajo a los 90, a esos tiempos de lycra y chasquilla, de diarios de vida y agendas con monitos, de once en la casa de la abuelita los domingos y tarea para el lunes. De estudios con libros y cuadernos, de computador sólo para jugar y escribir "Me llamo Valeria Alejandra...", de barbies en la terraza y peluches en el sofá.
Suenan esas canciones ochenteras que conocí antes del cambio de siglo, canciones en inglés que dicen que hay que dejar que el barco zarpe de la orilla y que hay que lanzar afuera los remos para siempre, y no puedo evitar que mi mente viaje en el tiempo y empezar a traducir esos versos de amor entre guitarras eléctricas ni dejar de relacionarlas con cosas que suceden hoy, cuando ya han pasado más de diez años de la primera vez que escuché cantar "Ya no puedo dejar luchar contra este sentimiento".
Y cuando el playlist en shuffle salta y se encuentra con la canción que me recuerda a ese nuevo amigo, no porque no quiero que me diga que me ama, no, sino porque es de ese estilo tan suyo, tan pop, tan candy, tan chicle de fruta y moños al lado.
Luis Miguel de 15 años me canta en mis 28, pero me lleva a mis propios 15, cuando quería olvidar a ese primer amor no correspondido y me juraba a mí misma que lo iba a lograr, era una palabra de honor. Y casi 15 años después, creo que no lo logré en ese minuto, pero el tiempo todo lo cura.
Y escucho a Paul Mc Cartney deseando no pasar más noches solo, mientras Juan Luis Guerra espera que el café llueva sobre el campo. Miro por la ventana y la neblina que es smog tapa la cordillera, acá no llueve café ni verde ni celeste ni anaranjado. Acá, allá, en todas partes, dicen The Beatles. Y termino escribiendo que sólo muestro lo que quiero que veas, que me escondo como un niño, pido la verdad, pero no te creo, como una vez me dijeron que cantaba Billy Joel para mí... "She's always a woman to me". Hay cosas que no cambian.