Con comentarios

Casi todos los días, más por curiosidad que por hábito, leo las Cartas al director del diario “El Mercurio”. Hoy, hubo una que me llamó la atención y quisiera compartirla con ustedes:

Transcribo:
“Por esas cosas de la vida, como santiaguino no había tenido la necesidad de subirme a las micros del Transantiago, hasta ayer en la tarde. Tenía que hacer un trámite a unas cuadras de mi oficina y opté por subirme a un bus articulado.
Antes que yo, subió una joven a la que el cobrador automático no le aceptó su tarjeta Bip por no tener fondos. El chofer le dijo: "No sigai tratando si te dice que no tenís plata en la tarjeta, pero por esta vez pasa nomás". Luego mi turno. Pregunté ignorantemente si podía pagar con efectivo, porque no tenía tarjeta Bip. El chofer me dijo que no, pero que "pasara por esta vez". A pocas
cuadras, dos escolares se subieron y ni siquiera pasaron la tarjeta por el lector. Pasaron derechito para dentro.
El Transantiago pierde un millón de dólares diarios. Hasta ayer me preguntaba por qué. Ahora sé la razón: el Estado subsidia a cientos de miles de pasajeros todos los días y éstos viajan gratis.
Sin comentarios”.

Yo sí tengo comentarios:

• Lo entiendo: hay santiaguinos que claramente no tienen necesidad de andar en micro, pero ¿¡tratar de pagar con efectivo!? ¿Acaso este lector no ve las noticias? ¿Acaso cree que el chofer de esa micro toma los $380 y se los entrega al Administrador Financiero del Transantiago para que lo sume a las ganancias totales del sistema? ¿No cree que pagando en efectivo se obtiene el mismo efecto que no pagar -porque claramente esas monedas irían al bolsillo del conductor, no al operador-?
• ¿Cómo puede preguntarse por qué el Transantiago pierde un millón de dólares diario? ¿Acaso no está claro que el plan es INEFICIENTE? No solamente por el alto porcentaje de evasión -que es lo que el lector pudo constatar un año y 3 meses después del inicio del plan- sino porque: a) Hubo que “acondicionar” buses dados de baja para satisfacer la alta demanda. b) Se habilitaron “zonas pagas”: validadores en los paraderos en lugares y horas “peak”. c) Con $380 uno puede ir y volver de un trámite si es que éste no toma más de dos horas. Y suma y sigue.

No sé cómo “El Mercurio” dio espacio a una carta tan irrelevante y snob. Sin comentarios.