Dicen que los animales sienten la venida de un terremoto antes de que éste llegue. En el tsunami del sudeste asiático del 2004, cientos de animales escaparon a zonas altas para salvarse de la catástrofe (información acá). Benditos ellos.
Los seres humanos carecemos de esos sensores anticatástrofes, pero sí tenemos la capacidad de percibir los cambios antes de que ocurran. Sólo hay que tener los ojos bien abiertos, los oídos atentos y la boca cerrada.
Hagan la prueba.
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Es tan cierto el hecho de que algo de animales tenemos para advertir cuando algo catastrofico se acerca. Sin embargo es tan cierto también el cuan estupidos somos al dejar que nuestra curiosidad por saber que es y como es, nos impidad hacer algo al respecto. estamos hechos para la frase: "La curiosidad mato al gato"
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