Hace un poco más de una semana, escribí: "No quiero ser siempre la que se queda, la que espera, la que se alegra de triunfos ajenos, de alegrías ajenas. (...) No me basta con sentir que en mi trabajo me valoran, cumplir con el cierre, dar buenos temas... Sé lo que valgo, pero no he hecho nada que lo demuestre"... y la tortilla se dio vuelta:
En diez minutos llega el transfer que me lleva al aeropuerto. Me voy a Punta del Este, por trabajo. Salió esta invitación y decidieron que fuera yo. Un reconocimiento.
Mi estrella en el cielo sigue sorprendiéndome y demostrándome que no todo está perdido, que la moneda tiene dos caras y es sólo cosa de esperar. Y agradecer.
A la vuelta les cuento cómo me fue.
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Mire concuerdo con usted
ResponderBorrarmuy entretenido su blog
y disfrute Punta del Este!!!
prometo postearle siempre.
Mucha suerte amiga. Recuerda los cigarrillos... Un abrazo.
ResponderBorrarQue todo salga bien por esos lares y que vuelvas con muchas cosas entretenidas que contar (dijo el copuchento).
ResponderBorrarSaludos.
Qué buena Vale!!!
ResponderBorrarTe felicito mucho!
Cariños,
Soledad.
Huachis...mi novio es Uruguayo, en febrero nos vamos a Punta de vacaciones! pasalo chancho y después me cuentas como es...felicidades
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