miércoles, enero 24, 2007

De noche en la calle

El paradero de Bilbao con Vespucio, ése que queda al frente de la Copec, siempre significa lo mismo.
La micro 237 siempre pasa cerca de las 23 horas, antes de que alcance a parar un taxi.
Nunca tengo monedas, siempre billetes.
El timbre siempre lo toco en la misma esquina: Lolco con Tomás Moro.
El celular siempre en vibrar.
Y, media hora más tarde, esa llamada, ilógica e incomprensible. Que me llena de rabia.

No sé si quiera repetir esa rutina nuevamente.

2 comentarios:

  1. Uy! Suena a mocha. Suerte amiga, que las peleas no se hagan rutina porque los sentimientos se enfrian.
    Cuide lo que tiene y no es preservarlo. Desafiate a ti misma hacer cosas locas. Fuerza y mucha pasíon!!!!!! Ama y besa como si fuera lo último, como si ya no te quisieran y fuera la última oportunidad. Sino, no vale la pena.

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  2. Ls suerte de que te sirva la 237... esa micro pasa a cada rato. No como la 236 que es la que tengo que tomar yo.
    Siempre me he fijado que cuando la espero, pasan como 3 micros 237.
    Igual debemos vivir cerca. Bueno si te veo algún día te voy a reconocer.
    =)
    Suerte y fuerza que pareces que la necesitas.
    Cariños,
    Sole.

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"Puedo no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo" (versión libre de la frase de Voltaire)