Pasada la vorágine del cambio de año (cronológico y existencial) creo que es momento de contar acá el gran cambio que se viene para mi vida: a fines de enero, dejo mi lugar de trabajo para empezar nuevos y desconocidos rumbos.
No fue fácil tomar la decisión, lo que significa que fue súper meditada, pero una vez dado el paso no tengo ganas de retroceder. Sé que se vienen cosas buenas para mí, me la voy a jugar por eso, y en cierta medida ya cumplí una etapa.
La incertidumbre me asusta, no lo puedo negar, pero tengo mucha fe en que todo será para mejor.
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Otra cosa, el sábado que pasó celebré mis 26 añitos... Vino mucha gente y lo pasé excelente (espero que mis comensales piensen igual)... sólo faltaron unos pocos. Fotos acá.
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Felicitaciones por la renuncia. Hay que ser valiente para hacerlo, pero siempre es para mejor. Te lo digo yo que me he ido de dos pegas (Mercurio-Canal 13) para aterrizar en lugares donde me he sentido mucho mejor (diario Siete-canal 7). Mucha suerte!!!
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