viernes, enero 06, 2006

Las Crónicas de Narnia y yo

“– ¿Realmente usted piensa que puede haber otros mundos como ese en cualquier parte, así, a la vuelta de la esquina? – preguntó Pedro.
“– No imagino nada que pueda ser más probable – dijo el Profesor
”.
(C.S. Lewis, "El León, la Bruja y el Ropero")
Tenía entre 10 y 12 años cuando leí por primera vez “El León, la Bruja y el Ropero”. Me acuerdo que me llamó la atención el título, porque tenía entendido que los protagonistas eran los cuatro niños (Pedro, Susana, Edmundo y Lucía) y no veía en ninguna parte al León o a la Bruja (el ropero sí, en la portada). Cuando lo terminé, quedé fascinada. Tanto, que me saqué un súper 7.0 en el trabajo que tuve que hacer para el colegio sobre el libro. Tanto, que le pedí por favor a mi papá que me comprara otros tomos para seguir leyendo, a lo cual accedió regalándome “El Príncipe Caspian”, “La Travesía del Explorador del Amanecer” y “La Silla de Plata” (mi favorito), todos de la editorial Andrés Bello.

Así empezó mi relación con Narnia. Una hepatitis me acercó a “El Caballo y su Niño”, “El Sobrino del Mago” y “La Última Batalla”. Una Navidad llevó esos libros a mi casa. Otra me trajo los libros en inglés. Y empecé a leer, leer y releer. A anotar frases en un cuaderno. A hacer analogías en mi vida con pasajes del libro. Usar sus descripciones para definir alguna sensación. Mientras fui creciendo, Narnia creció conmigo, así como cuando Lucía le dice al León un año después, en “El Príncipe Caspian”: “Aslan, estás más grande” y Él le responde: “Eso se debe a que tú estás mayor, pequeña… Cada año que crezcas, me verás más grande”.

Por eso, esperaba la película con ansias. Ansias para ver qué tan fiel al libro sería. Ansias para ver si me iban a dar ganas de comer golosinas cuando a Edmundo le dan Delicias Turcas. Ansias para ver si la voz de Aslan era profunda y salvaje.

Y no me defraudó. Si bien no es tal cual a como imaginé el mundo de Narnia, sí es una buena versión. La Bruja Blanca está muy bien lograda, al igual que los cuatro niños y el León. Tiene su toque Hollywood con acento inglés. Y la música es maravillosa.

Yo, fanática de los libros de Las Crónicas de Narnia los invito a ir a ver la película. No se defraudarán. Y después – si no los han leído – los llamo a que busquen sus ejemplares y entren al mundo de Narnia. No se arrepentirán.

1 comentario:

  1. Yo lo único que quiero es ir a ver la película, pero en estos momentos ando cero peso, así que tendré que esperar a que alguien se apiade de mi, para poder conseguir una mano amiga que me lleve al cine. Como te puse más arriba, yo también me leí toda la colección, pero sólo recuerdo el primer libro... aunque sólo pasajes de este. Pero sé y lo tengo súper claro, que cuando vea las imágenes (de la película) frente a mis ojos, todos los recuerdos reaparecerán y Narnia se abrirá camino dentro mío. Lo sé... ¡Oh sí que lo sé!

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"Puedo no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo" (versión libre de la frase de Voltaire)