Domingo, 9 PM

Son cerca de las 9 de la noche de un domingo cualquiera. Estoy sentada en el comedor, dando la espalda a la puerta, con la estufa a gas en su nivel mínimo a mi izquierda. Las uñas de mis manos están rojas porque me las pinté hace un rato y tengo los pies algo helados. A la izquierda de mi computador, una taza que dice "Creative: We push boundaries" acoge una bolsa de té Earl Grey ocupada. Pienso que es hora de ordenar todo y moverme a mi pieza, poner el guatero y meterme a la cama a esperar el Zoom Deportivo. Veo el pronóstico del tiempo para mañana y ya tengo en mente la ropa que me voy a poner (sano ejercicio, sirve para dormir más y complicarse menos). Como no me maquillé, el ritual de antes de acostarse es menos largo. Pero recién son las 9 de la noche.