Debo reconocerlo. Soy
kitsch. No es que me guste andar de colores tipo arcoiris, ni pantalones a la cintura ni chasquilla de palmera. Pero me falta poco para eso.
Me declaro kitsch porque amo la música kitsch. Mi
playlist tiene a Juan Antonio Labra, Yuri, New Kids on the Block, Xuxa, Locomía y Pandora. Tengo un DVD con las actuaciones del “Michael Jackson chileno” y de los chicos del abanico en el Festival de Viña, un VHS del LP “Step by Step”, otro con “Dirty Dancing” y otro lleno de “joyitas” como el último capítulo de “Grande Pá”, una promo de “Marrón Glacé” y un par de episodios de “Salvado por la campana” (acabo de relacionar esta colección con mi condición "kitsch").
Y todo esto lo descubrí en la fiesta kitsch del sábado pasado en la Blondie. Figurábamos con el Cri en una fila llena de personas que, como yo, querían un viaje por el recuerdo. Incluso había una chica de chasquilla, falda escocesa, pantys blancas y zapatos de charol tipo Mafalda. Wow.
Un transformista ataviado como Mujer Maravilla daba la bienvenida al lado de un carrito lleno de algodones de azúcar. Entramos. ¡Qué bienvenida! Miguel Bosé cantando “Amiga” y en las pantallas, gags del Jappening con Ja. No pasaron ni dos canciones cuando mis ojos se quedaron pegados en ellas: ¡Estaban dando el video de “Please don’t go girl” de los NKOTB! “¿Sabías que ese video no lo daban nunca en Chile?”, le dije al Cri. Claro, porque era el video-video y acá daban una especie de show “en vivo” en la que Joey estaba con una polera de Smile… ¿Mucho “Sábado taquilla”? ¡Claro que sí!
Y empezó la fiesta: Chayanne, Juan Antonio, Yuri, Azúcar Moreno, Fey, Locomía, Rafaela Carrá (¡qué graciosos sus bailarines!), 2 Unlimited, Aleste, Lambada (¡lambada!), Camilo Sesto, Cecilia… Y yo bailando, bailando, coreando, coreando y de vez en cuando… el dato freak.
¿Me pueden creer que bailé “La danza de Xuxa” entera, con su coreografía y todo? (los que fueron al carrete de
Año Nuevo saben que sí). ¡Qué felicidad! ¿Me pueden creer que la niña de 7 años que aún vive en mí se seudo emocionó viendo a Pablo Ruiz en vivo?
Son tantos recuerdos… Tantas cosas… El “sextival”, cuando con dos compañeras hicimos a Pandora cantando el poutpourrí de Juan Gabriel, las onces con leche caliente con Quik de frutilla y marraquetas con mantequilla esperando que empezara Candy, los recreos bailando “Ilarié”, los sábados esperando los videos de los NKOTB en el “número uno, número uno, número uno” para grabarlos y aprender las coreografías, las tardes de cine de Canal 13 cuando daban las versiones “para toda la familia” de Grease y Dirty Dancing (hasta mis 22 años [cuando me regalaron el VHS y pude ver otra versión] no entendía por qué era “dirty”), las TV-Grama con sus posters cancioneros de Pablo Ruiz y Locomía que pegaba en mi pared para darle besos a escondidas.
Quería escribir algo gracioso sobre mi experiencia de este sábado y me terminé emocionando.
Me declaro 100% kitsch. Y a mucha honra.